La arquitectura y los centros educativos
El modelo educativo de nuestro país ha venido evolucionando a través del tiempo, desarrollando nuevos esquemas de trabajo que buscan satisfacer las necesidades y nuevas tendencias que se nos vienen presentando cada vez con más frecuencia. Consecuente a ello, la arquitectura no puede ser ajena a estos avances y nuevos procesos, es por eso que de la mano de las actualizaciones y desarrollos propios de esta época, el proceso arquitectónico también ha ido evolucionando para ajustarse a estas necesidades. Pero debemos tener como premisa, que la educación está enfocada en diversos grupos de la sociedad, tanto en términos de rangos de edad, así como servicio prestado. Desde el jardín infantil hasta las universidades, pasando por escuelas, colegios y centros tecnológicos, todos estos campos necesitan de una arquitectura que esté acorde con las características propias de cada uno de ellos. Ahora bien, es necesario recalcar, que la educación es uno de los pocos sectores que se maneja casi en igualdad de condiciones de infraestructura, tanto en el sector público como en el privado. Si bien vemos que a nivel universitario, la empresa privada se desarrolla cada vez más con tecnología de vanguardia, y es frecuente ver la aparición de pequeñas “ciudades universitarias” , a nivel público, también es común ver que desde las propias campañas políticas, se esgrime como bandera de las mismas, la infraestructura educacional, y aunque no siempre se logra ver el resultado de lo prometido, si es evidente que la aparición de nuevos colegios y centros educacionales se puede percibir, demostrando además una calidad arquitectónica acorde con los sectores donde se desarrollan dichos establecimientos. Desde el punto de vista de las necesidades propias de los centros educacionales, hoy en día, en un mundo globalizado como el que estamos viviendo, se hace necesaria la implementación de espacios que permitan desarrollar actividades que era poco común ver hace 20 o 30 años, tales como talleres especializados de multimedia, donde el computador y las herramientas tecnológicas son protagonistas. Así mismo, dentro de la concepción de los espacios, sobresalen los talleres especializados de algunas carreras o incluso a nivel de formación secundaria, ya no son los mismos, y es ahí donde la mano del arquitecto debe sentirse, generando espacios que brinden comodidad de trabajo pero además, que cumplan con todos los requerimientos técnicos y normativos, que vale la pena aclarar, cada vez están más agudos, en pro de garantizar un buen confort, seguridad y uso adecuado de los espacios. A manera de referencia, vemos que a nivel mundial, la tendencia es que cada vez se le está dando más importancia al tema de la educación, y es por eso que se hace tan imprescindible que en nuestro país adoptemos también esta tendencia y le demos a la educación el lugar y la importancia que merece, pero para que esto se vea reflejado, es necesario concientizar sobre la importancia de la misma. Uno de los mayores aportes en esta concientización, es el de presentar una infraestructura adecuada, con calidad espacial y estética que satisfaga las necesidades de las personas a quien está dirigida. Pero esta calidad arquitectónica no se traduce necesariamente en costos extremadamente altos. Se puede generar a partir de ideas innovadoras en el uso de materiales y ahorros de consumo energético y espacios biosaludables, buena arquitectura que esté acorde a la capacidad de un determinado nicho. No se puede sesgar una intención arquitectónica a un presupuesto elevado. Este es uno de los retos los arquitectos, ver cómo desde su capacidad creativa y analítica, se puede resolver una necesidad, en pro de un mejor nivel educativo en el país. Finalmente, a nivel general, vemos como hoy en día la interacción docente-estudiante es más abierta, y esto también, crea otro punto de partida para tener más elementos de base en la concepción de infraestructura educacional, que permita que nuestro nivel académico sea superior.
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